Estrategia

Gestión del conocimiento

Gestión del conocimiento
Con frecuencia las organizaciones utilizan a un bajo nivel sus recursos intelectuales y  no aprovechan la ventaja competitiva del conocimiento (saber hacer algo bien, con calidad, de forma  eficiente  y enfocado a resultados) que en forma individual o colectiva conforma lo que se conoce como capital intelectual. El avance hacia una economía del conocimiento es algo más que una realidad, los vínculos entre conocimiento, innovación y productividad son indiscutibles en el ámbito empresarial.

La economía del conocimiento se orienta a capitalizar los saberes de las personas como elemento fundamental para generar valor y lograr altos niveles de competitividad. Es decir, hacer al conocimiento rentable, logrando la transformación de la información, cuando ésta se ha codificado y derivado en productos, servicios, herramientas  o modelos de  aplicabilidad inmediata y  con un valor agregado, útil y cuantificable para una sociedad.

En el ámbito de los negocios se requiere que los conocimientos y experiencias de los expertos sean identificados, codificados y compartidos en beneficio de la organización a la que pertenecen. Los directivos en la estrategia corporativa, buscan que sus organizaciones reaccionen con mayor agresividad a las exigencias del mercado y toman como medida incrementar el valor de los productos y servicios que generan sin mirar a la mayor fuente de enriquecimiento que existe albergada en el conocimiento estratégico concentrado en su propia organización.

La gestión del conocimiento (Knowledge Management, KM) se refiere a los métodos y herramientas que permiten identificar y capitalizar el conocimiento de una empresa especialmente para organizarlo, transformarlo, potenciarlo y garantizarlo. Existe una distinción entre el conocimiento tangible (conocimiento explícito) que se encuentra en las bases de datos o en todos los documentos impresos o electrónicos de la empresa y el conocimiento intangible (conocimiento tácito), formado por el conocimiento, la experiencia y las competencias de todo el personal.

Ante el marco de globalización que se vive, la estrategia de negocio marca el rumbo con iniciativas concretas que garantizan una ventaja competitiva y, en este sentido, el conocimiento es el principal activo de cualquier empresa. Su adquisición, transmisión y evolución son fundamentales para la sustentabilidad de la misma.

El recurso humano se fortalece con el conocimiento, el cual se transforma en capital intelectual de su organización determinando la fuerza y capacidad de reacción de la misma. En las empresas existen profesionales formados con gran experiencia en diferentes ramas de conocimiento, cuyo proceso de aprendizaje ha significado una verdadera inversión organizacional: compartir ese conocimiento con profesionalismo y apertura puede redituar a las empresas resultados inmediatos de actuación, eficacia y productividad.

Consideraciones del conocimiento estratégico dentro de la organización:
  • Es producto de la convivencia y familiaridad con diferentes contenidos que adquieren relevancia cuando se conectan con la experiencia y aplicación inmediata de quien los posee.
  • Se genera en un ambiente propicio donde pueda ser creado, descubierto, capturado, compartido, depurado, validado, transferido adoptado, adaptado y aplicado por diferentes personas y  contextos.
  • Teje un puente fino que faculta a las personas a modificar de manera exponencial sus niveles de respuesta y  actuación (la ventaja no la llevan los peces más grandes, sino los más rápidos).
  • Es la suma de las mejores prácticas identificadas por los expertos en el contexto empresarial y al servicio de quienes trabajan con altos niveles de exigencia y requieren coordenadas de referencia en la toma de decisiones, cumplimiento de metas y aportaciones innovadoras.
Proceso de gestión del conocimiento

1. Identificar el conocimiento. Transformar:
  • Identificar un conocimiento valioso de impacto estratégico para la organización.
  • Identificar a las personas clave que posean dicho conocimiento.
  • Depurar, sintetizar y transformar el conocimiento estratégico.
  • Crear cápsulas de conocimientos estratégico de todas la áreas de la organización, tanto técnicas como de soporte.
2. Transferir conocimiento. Potenciar:
  • Determinar las mejores técnicas y estrategias para desarrollar el conocimiento como una competencia.
  • Identificar  instructores  potenciales  para transferir  el conocimiento.
  • Formarlos y acreditarlos como instructores internos, mentores y coaches del conocimiento.
  • Diseñar estrategia de reconocimiento para fortalecer la participación y contribución.
3. Evaluar conocimiento. Asegurar:
  • Diseñar un sistema de evaluación que garantice el dominio del conocimiento, posterior a la fase de transmisión.
  • Validar esquemas diferenciados de evaluación de acuerdo con los diferentes niveles de  dominio de un  conocimiento requerido por la organización.
4. Compartir  conocimiento. Difundir:
  • Capitalizar el mejor aprovechamiento y aplicación del conocimiento estratégico de la organización.
  • Integrar comunidades de práctica tanto internas como externas, con personas comprometidas y con vocación por compartir el conocimiento.
  • Construir anuario de mejores prácticas y propiciar una cultura de gestión del conocimiento.
5. Actualizar conocimiento. Evolucionar:
  • Establecer mecanismos para actualizar de manera permanente el conocimiento estratégico de la empresa.
  • Mantener vivo el conocimiento, las raíces e historia que dieron vida a la organización y realinearlo con la estrategia corporativa actual, para potenciar  su evolución.
Formalizar los procesos de gestión del conocimiento implica una mejor comunicación al interior de la empresa y con su entorno, con un impacto directo en las perspectivas de negocio declaradas en el Mapa Estratégico ya que permite identificar:

1)    El conocimiento clave del negocio, garantizando su capitalización en toda la organización.
2)    Las áreas de oportunidad (puntos vulnerables) de la empresa y las personas para que a través de procesos de desarrollo y mejora contínua se transformen en ventaja competitiva, cuyos resultados pueden observarse de manera tangible en:
  1. Productos.- Impacto en la mejora continua con efectos directos en la obtención de productos con altos estándares de calidad y especificaciones superiores a los de los competidores.
  2. Procesos.- Impacto en la rentabilidad de la empresa, al aumentar y/o disminuir  los costos de producción, quejas por bajos estándares de calidad, etc.
  3. Servicios.- Impacto en la eficiencia organizacional que repercute en la satisfacción del cliente.
  4. Mercado.- Impacto en crecimiento y sustentabilidad, se amplían las posibilidades de expansión y conquista de nuevos mercados.
  5. Medio ambiente.- Impacto en la responsabilidad social de la empresa, mejoras en la regulación en cuanto al uso de energía, emisiones, residuos y cumplimiento de normas ecológicas en general.
  6. Certificación.- Impacto en el aprendizaje y desarrollo del capital intelectual, organizacional e informacional del negocio, ya que facilita la obtención de importantes certificaciones debido a las mejoras en productos, procesos y servicios brindando un valor agregado a la empresa.